Deseado por muchos y concretado por pocos. La inteligencia es una habilidad que para algunos viene de nacimiento mientras que para otros es adquirida con el paso de los años y dependiendo de las circunstancias, es el resultado del esfuerzo.
La pregunta del millón es: ¿se puede adquirir inteligencia por cuenta propia? Según los profesionales de la Universidad de Harvard, sí. Si bien es imposible saber todo y dominar todos los temas, para los profesionales existen hábitos, comportamientos, decisiones y actitudes que ayudan a trabajar la inteligencia.
En su libro Make it stick: The Science of Successful Learning (‘La ciencia del aprendizaje exitoso’), los profesionales Peter C. Brown, Henry L. Roediger III y Mark A. McDaniel de la prestigiosa universidad norteamericana dan recomendaciones para mejorar la capacidad cerebral, la agilidad, la memoria y como consecuencia de estas, ser más inteligente.
Recomendaciones para tener en cuenta
La buena enseñanza debe adaptarse creativamente a los distintos estilos de aprendizaje que tienen todas las personas, nadie aprende de la misma manera ni maneja el mismo tipo de inteligencia. Por eso, la publicación de Harvard se basa en descubrimientos recientes en psicología cognitiva y otras disciplinas, para ayudar a que las personas puedan desarrollar aún más sus capacidades. Estas son:
- Aprender algo nuevo para estimular la mente
Entrenar el cerebro es como ir al gimnasio, se trabaja como si fuese un músculo que hay que entrenar diariamente. Para eso, la mente se debe acostumbrar a adquirir nuevos conocimientos o habilidades, de esta manera se estimulan las neuronas y la comunicación que hay entre ellas. Ya sea leyendo un libro, siguiendo un manual o cocinando, cualquier actividad que requiera hacer algo desconocido.
- Repetir palabras en voz alta
Escuchar palabras en voz alta hace más probable que se recuerden y especialmente funciona cuando toca aprender algo nuevo. Si se conoce a alguien nuevo y uno pronuncia su nombre varias veces en la primera conversación que mantienen, seguramente se le pueda vincular su cara con su nombre más fácilmente.
- Escribir y comer con la mano no dominante
Hacer actividades tan simples como agarrar una pelota o un utensilio con la mano contraria a la dominante sirve para que la mente tenga que hacer diferentes conexiones neuronales y se agilice así el funcionamiento cerebral.
- Involucrar los sentidos
Un estudio de la misma universidad, implementó una muestra en la que los grupos de ensayo fueron expuestos a una serie de imágenes emocionalmente neutras, cada una de las cuales se presentaba también con un olor. Luego, se les mostró otras, pero sin los aromas y se les pidió que señalaran cuáles habían visto antes.
Los sujetos recordaron muy bien todas las imágenes asociadas con aromas, sobre todo las que tenían olores agradables. Las imágenes cerebrales mostraron que el córtex piriforme (la principal región del cerebro dedicada al procesamiento de los sentidos) comenzaba a activarse cuando las personas veían cosas vinculadas con olores.
- Relacionar recuerdos con información nueva
Esta técnica funciona para fortalecer la mente. Cuanto más vinculados estén los estímulos entre sí, mayor poder de relacionamiento cognitivo se adquiere. Conectar información nueva con la pasada, que sea importante para que uno tenga mejor capacidad de análisis e integración de conceptos.
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