San Lorenzo sumó su segundo punto en el torneo, en el que continúa sin poder despegar del todo, mejorando un poco después de lo que fue su actuación ante Fernando de la Mora, pero con errores propios determinantes para una nueva frenada.
Este Rayadito sigue siendo un misterio. No muestra su verdadera cara, parece como el alumno nuevo de clases que aún no se anima a hacerse conocer. Esa es la sensación que deja, porque por momentos es agresivo, por otros deja que el rival imponga condiciones. A veces necesita un baldazo para reaccionar, en otras se relaja y le pasan por encima. Entonces, así está difícil interpretar cómo será en verdad a la larga este equipo.
Es verdad que pasó demasiado poco, pero en este torneo es tan fundamental definirse el papel a desempeñar. Porque el que va a ser campeón, normalmente hace una campaña casi perfecta y desde el comienzo. El que inicia perdiendo dos fechas seguidas ya deja en claro que su lucha será pelear la permanencia, muy rara vez pasa lo contrario. Pero no se sabe qué sucede con los equipos que inician con dos empates, en los cuáles ni siquiera dejan la sensación de ser merecedores de otro resultado.
Fue válido el empate contra Fernando de la Mora, porque hubo circunstancias que analizar: el debut, la primera prueba, la condición de visitante, el calor, etc. En ese sentido, salvo por jugar de local, ante Resistencia se da lo mismo.
A San Lorenzo, quien logró el merecido empate, después de estar perdiendo por un gol de penal, lo termina condicionando la expulsión del zaguero central Carlos Paredes, con una irresponsable actitud, quien no conforme con hacer el penal en el que recibió la primera amarilla, cometió una falta absolutamente innecesaria y a su equipo con un futbolista menos, reuniendo todas las condiciones como para ser mandado al freezer, de manera a que Salcedo maneje otras alternativas, total cuenta con un plantel rico en cantidad.
Se volvió a jugar de mañana y contra un rival respetable, que venía de ganar y también cuenta con figuras renombradas. Por ese lado, el punto no está tan mal. Por el otro, si jugaste de local y no ganaste, tan buen resultado no puede ser. Así que, ni en eso el equipo de José Domingo Salcedo entrega facilidades para ser comprendido.
Por el momento no queda de otra que seguir esperando, mientras tanto la esperanza pasa por detalles individuales, que ya conocemos: Víctor González, Felipe Rivarola, Carlos Ripoll, Sebas Fernández y Santiago Salcedo (quien sigue sin ser el goleador que uno esperaba, pero como es Sasá qué más da). Los nuevos son el contraste todavía. El viernes San Lorenzo juega contra Independiente de Campo Grande… ¿será que ya se le dará? Por ahora, lo único que sabemos de este equipo es que se llama San Lorenzo, y le suelen decir “Rayadito”.
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