Ucrania hace balance del desastre tras la rotura de la presa: evacuados, campos anegados y cortes de electricidad

Un perro sentado en el techo de una casa sumergida en una zona anegada de Jersón, Ucrania. EFE/EPA/Mykola Tymchenko.

Moscú/Kiev.- Las autoridades ucranianas trabajan a toda prisa para paliar los efectos del desbordamiento de la presa de la Central Hidroeléctrica de Nueva Kajovka, en el sur de Ucrania, de cuya explosión en la madrugada de ayer el Gobierno de Kiev acusa a Rusia.

Por EFE

Más de 2.700 evacuados

Según el Gobierno ucraniano, hasta el momento se ha evacuado de las zonas más afectadas por las inundaciones a casi 1.500 personas de la margen occidental del río Dniéper, en el que se encontraba la presa y que parte en dos la provincia ucraniana de Jersón.

En la orilla izquierda, ocupada por Rusia, los medios rusos hablan de 1.300 evacuados hasta el momento.

Cien mil hectáreas anegadas

Del lado del río bajo control del Gobierno de Kiev, el agua de la presa ha anegado ya unas 100.000 hectáreas de terrenos agrícolas, según datos del Ministerio de Agricultura ucraniano, que ha advertido de las consecuencias para la seguridad alimentaria en una de las regiones más productivas de Europa.

Además, la destrucción de la presa hace imposible el funcionamiento de al menos 31 sistemas de irrigación no sólo de la provincia de Jersón, sino también de las regiones colindantes de Dnipropetrovsk y Zaporiyia.

Estos sistemas permitían regar más de medio millón de hectáreas.

Daños al sistema eléctrico

Unos 20.000 abonados al sistema eléctrico ucraniano se han quedado sin luz en los territorios del sur de Ucrania controlados por Kiev, después de que el torrente de agua liberado por la rotura de la presa haya anegado 129 subestaciones eléctricas.

Además, la catástrofe, calificada por las autoridades ucranianas de “ecocidio”, ha tenido efectos sobre el sistema de canalización y distribución de agua corriente, ya que seis infraestructuras para la depuración de aguas se han anegado, según las autoridades municipales.

Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, “cientos de miles de personas se han quedado sin acceso normal a agua potable”.

Ante esta situación, el Gobierno ucraniano ha aprobado de urgencia una partida presupuestaria para construir tuberías que lleven agua a las regiones que utilizaban la presa para su suministro en el sur del país.

Miles de animales muertos

En el Parque Nacional de Jersón, ocupado por Rusia, miles de animales han muerto como consecuencia de la riada provocada por el desbordamiento de la presa, según el alcalde impuesto por Rusia en la localidad de Nueva Kajovka.

En el parque, de más de 80.000 hectáreas, vivían ejemplares de más de 70 especies raras.

Oenegés ucranianas han informado de la muerte de todos los animales del zoo de Nueva Kajovka y de muchos animales de compañía a ambas orillas del río Dniéper.

Toneladas de aceite de motor

La oficina presidencial ucraniana ha publicado un vídeo que muestra multitud de peces muertos, presumiblemente como consecuencia del derramamiento de aceite de motor almacenado en la sala de máquinas de la central hidroeléctrica.

Kiev denunció ayer el vertido al río Dniéper y al Mar Negro, en el que desemboca, de al menos 150 toneladas de aceite hidráulico, como consecuencia de una explosión que, según las autoridades ucranianas, sólo pudo haberse producido desde el interior de la sala de máquinas de la central.

El nivel del agua supera los 5 metros

Ucrania espera que hoy se estabilice el nivel de agua en el río Dniéper tras la destrucción de la presa de Kajovka, cuyas consecuencias pueden condicionar la contraofensiva de Ucrania en el sur del país.

A primera hora de esta mañana el agua superaba los 5 metros, según informaron los servicios de meteorología ucranianos en la televisión nacional.

La Administración Militar de Jersón, región en la que se ubica la presa, teme que el nivel suba todavía un metro más en las próximas 20 horas, en las que se espera que se alcance el punto máximo tras la catástrofe, si bien desde que se produjo la explosión ya ha disminuido en 2,5 metros.

Estado de emergencia

Las autoridades impuestas por Rusia en Jersón han declarado el estado de emergencia en todos los territorios bajo su control.

Según el gobernador interino de Jersón, Vladímir Saldo, entre 22.000 y 40.000 personas se encuentran en la zona del desastre.

Por su parte, el alcalde de Nueva Kajovka, Vladímir Leontiev, ha revelado que un centenar de personas se han quedado atrapadas y esperan la llegada de ayuda para ser evacuadas mientras al menos otras siete se encuentran desaparecidas.

Dos localidades, Korsunka y Oleshki, han quedado completamente sumergidas debido a la descarga incontrolada de agua del embalse de Kajovka y ahora la situación es crítica en Hola Prostan, donde se planea evacuar a más de 1.000 personas a lo largo de la jornada.

Zelenski acusa a Rusia de abandonar a su suerte a los afectados

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusó hoy a Rusia de abandonar a su suerte a las “decenas de miles” de personas que viven en la zona ocupada por Rusia que se ha visto afectada por el desbordamiento de la presa.

“Al menos 100.000 personas vivían en esas zonas antes de la invasión rusa. Al menos decenas de miles de personas siguen allí”, dijo en Twitter Zelenski, quien añadió que “en la parte ocupada por Rusia ni siquiera intentan ayudar a la gente”.

El presidente ucraniano ha insistido en que “la destrucción de una de las presas más grandes de Ucrania ha sido totalmente deliberada” y que “los terroristas rusos han demostrado una vez más que son una amenaza para toda forma de vida”.

El mandatario ucraniano ha acompañado su mensaje de fotografías de civiles cargando enseres y animales por las calles anegadas de agua de sus pueblos y ciudades.

Dudas sobre la responsabilidad de la explosión

Según el presidente Zelenski, la explosión que habría destruido la presa y la Central Hidroeléctrica de Nueva Kajovka sólo pudo producirse desde el interior de la infraestructura.

El gobernador interino de la región de Jersón impuesto por Rusia reconoció hoy que la destrucción de la presa en el río Dniéper, línea divisoria de los Ejércitos ruso y ucraniano en el sur de Ucrania, favorece a las tropas del Kremlin, algo en lo que coinciden expertos occidentales.

En un primer momento, tanto la OTAN como la UE calificaron de “crimen de guerra” lo ocurrido, al tratarse de una infraestructura civil.

Por su parte, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, las tres potencias occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU, evitaron atribuir a Ucrania o Rusia la responsabilidad de la voladura de la presa de Kajovka, aunque insistieron en que sin la invasión lanzada por Moscú este desastre nunca se habría producido.

Los tres países participaron en una reunión del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, convocada de urgencia tras la destrucción de la presa.

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