Atlanta (EE.UU.) (EFE).- El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) salió de la cárcel de Atlanta, en Georgia, pocos minutos después de haber ingresado y tras haber aceptado pagar los 200.000 dólares que sus abogados acordaron con la Fiscalía.
Las autoridades penitenciarias tomaron las huellas dactilares y una fotografía policial del republicano, acusado de 13 delitos por haber intentado revertir el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en Georgia.
Unos veinte minutos después de su ingreso, Trump abandonó la prisión del condado de Fulton en un convoy de vehículos blindados escoltado por el Servicio Secreto, que se encarga de la seguridad del exmandatario.
Trump regresó a la red social Twitter (ahora llamada X) con una publicación de la fotografía bajo arresto policial que le tomaron en la cárcel.
El republicano colgó la imagen de primer plano en la que aparece con gesto serio, frunciendo el ceño, mirada desafiante y una corbata roja.
Además, acompañó la fotografía con la fecha en que fue tomada (24 de agosto de 2023), las inscripciones “Interferencia electoral” y “¡Nunca rendirse!” y la página web de su campaña presidencial, donde pide donaciones
Cumplir con el mandato de la Justicia
El expresidente había viajado por la tarde desde Nueva Jersey hasta la capital de Georgia para cumplir con el mandato de la Justicia, que le dio de plazo hasta el viernes para entregarse voluntariamente.
Esta es la cuarta imputación penal de Trump, pero la primera en que se le cita en una cárcel y que se le toma una foto policial. En las tres anteriores, había comparecido en diferentes juzgados para la lectura de cargos.
La fiscal de Fulton Fani Willis acusa al republicano de 13 delitos por haber liderado un complot con 18 aliados para revertir los resultados electorales en Georgia, donde Trump perdió por un corto margen contra el actual presidente, el demócrata Joe Biden.
Violar la ley RICO
El principal delito que se le imputa en el estado de Georgia es el de violar la ley de asociación delictiva (RICO, en inglés), usada tradicionalmente en contra de la mafia.
También se le acusa de haber conspirado para que ciertas personas se presentaran falsamente como delegados electorales para certificar la victoria de Trump en Georgia a sabiendas de que en realidad perdió.
De ser declarado culpable de todos los cargos, el expresidente republicano podría ser condenado a hasta 76,5 años de cárcel.
Una de las principales pruebas en su contra es la grabación de una llamada de enero de 2021 en la que pidió al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que le “encontrara” 11.780 votos, uno más de los que había conseguido Biden.
“Caza de brujas”, el discurso de Trump
Trump considera todos los casos en su contra una “caza de brujas”, y todavía hoy sigue sosteniendo el bulo de que ganó las elecciones de 2020.
“Nadie ha luchado tanto por la integridad de las elecciones como el presidente Donald J. Trump. Por eso, mañana seré arrestado con orgullo en Georgia”, declaró el republicano el miércoles en redes sociales.
La de Georgia es la cuarta imputación penal contra Trump, tras el caso del soborno a la actriz porno Stormy Daniels, el de los documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca y el del asalto al Capitolio.
No obstante, este caso ha cobrado gran relevancia porque, al ser un proceso judicial estatal en lugar de federal, Trump no podría autoindultarse en caso de recuperar la Presidencia en 2025.
Trump, gran favorito de las primarias republicanas del próximo año, no participó el miércoles en el primer debate de precandidatos del partido.
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