La llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU. a Taipéi pone en alerta máxima al ejército chino. Pekín ve como una provocación que daña aún más la relaciones entre las potencias.
La presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, llegó hoy a Taiwán en una visita sin anunciar que ha exacerbado las tensiones entre su país y China, que considera el viaje una provocación a la que ha respondido mostrando músculo militar e imponiendo sanciones a importaciones de la isla.
Pelosi aterrizó en Taipéi poco antes de las once de la noche locales procedente de Kuala Lumpur poniendo fin a un frenesí de especulaciones, ya que su visita no se había confirmado con anterioridad pese a que medios estadounidenses y taiwaneses la daban por segura desde la víspera.
Pelosi dice que su visita es para apoyar a la isla ante las «amenazas» de China
La demócrata Nancy Pelosi explicó este martes en una columna de opinión que su visita a Taiwán sirve para «apoyar» la democracia de la isla ante las «amenazas» que sufre por parte de China.
«Al viajar a Taiwán, honramos nuestro compromiso con la democracia y reafirmamos que las libertades de Taiwán y de todas las democracias deben respetarse», afirmó en un artículo publicado por el The Washington Post tras llegar a la isla.
Por otra parte, Estados Unidos dijo este martes que está «preparado» para la respuesta que tenga China por la visita, un viaje por el que Pekín anunció represalias.
«Estados Unidos no busca ni quiere una crisis. Estamos preparados para gestionar lo que Pekín decida hacer», dijo en una rueda de prensa en la Casa Blanca el coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
EFE
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