Con el caso de la vereda ocupada en la zona de la subestación de la Ande, de Laurelty, que se hizo viral, saltaron más denuncias. Este es el caso de una parada de taxi construida en una vereda.
Se trata de la parada número 36, del barrio San Miguel, ubicada en Rogelio Benítez y Boquerón.
La misma incluso está construida de ladrillos y cuenta con el auspicio de un conocido minimercado.
Los lugareños se quejaron de la actitud de los taxistas: “Son argelados”.
Los ciudadanos que desean circular por la vereda deben bajar a la calle.
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