Con la sobresaliente figura de su capitán Víctor Ayala, el Rayadito sacó un triunfazo de local, y de los más sufridos, ante Rubio Ñu por 3-2. El Santo estuvo dos veces en desventaja, y el tanto de la victoria llegó en el último minuto, de tiro libre (así como el primer gol), para mantenerse en la pelea por el ascenso a Primera. Gracias a Ayala, San Lorenzo en su casa, sigue imbatible.
No fue el mejor partido de San Lorenzo, y habrá sido la actuación más discreta del equipo en el Gunther Vogel. Y cuando parecía que la racha de triunfos en casa se cortaba, apareció él, el único que podía lograrlo como lo sabe, con las pelotas quietas que a lo largo de su carrera lo han distinguido: Víctor Ayala, la figura por la que el Rayadito apostó esta temporada para ser quien comande el sueño de regresar a la máxima categoría, fue el responsable de dejar con vida al equipo, en este torneo donde ya con nueve fechas disputadas, tenemos una idea de a quiénes les da la chapa para pelear por los dos lugares a Primera División.
Con dos goles de tiro libre de Ayala, y un tanto de cabeza de Ariel Benitez, San Lorenzo consiguió un agónico triunfo frente a Rubio Ñu, rival que llegaba como accesible, como otro que está metido en la pelea por no descender, mientras que el Santo con su localía, que en esta temporada es su arma más imponente, parecía ser candidato a ganar.
Sin embargo, la visita consiguió ponerse en ventaja en dos ocasiones. Primero de penal, tras una pelota que al zaguero Guido Verdún le rebotó en la mano; lo convirtió el experimentado Rodolfo Gamarra. El empate llegó de tiro libre de parte de Ayala, pero en el segundo tiempo el cuadro trinidense volvió a adelantarse, con un remate que increíblemente el arquero Alcides Benitez no logró asegurar a pesar de que parecía tenerla controlada. Benitez jugó por segunda vez de titular, ocupando el puesto de Rhuan Dos Santos, quien aún se encuentra en recuperación.
Tras el empate de Verdún, la tensión instalada en el equipo de Ruben Maldonado se sentía en el Vogel, y es que las cosas ya venían complicadas. Una derrota o un empate, eran lo mismo; las chaces se alejaban, Recoleta y compañía ya hicieron lo suyo, y San Lorenzo de local no podía. Pero un tiro libre iba a tener el Rayadito, y por suerte, Ayala seguía en la cancha (normalmente suele ser cambiado) y él se hizo cargo; de una manera bárbara mandó la pelota a un ángulo y todo el nerviosismo y la desesperación, se convirtieron en descargo con ese grito de gol en el último minuto.
Había que sufrirlo, ¿quién asciende sin partidos como estos? Cuesta encontrar uno en los últimos tiempos; lo cierto es que San Lorenzo sigue en la pelea; aprovechando la caída de Encarnación, el conjunto universitario vuelve a escalar posiciones, sumando 17 unidades y quedando a nada más que 2 de Carapeguá (a quien venció hace un par de fechas), quien está segundo en la clasificación con 19, y a 1 de Tembetary (3º). Recoleta, el único invicto del certamen, está puntero con 25.
San Lorenzo lleva cinco partidos ganados, todos de local, entre ellos ya se impuso a Carapeguá y Tembetary, rivales directos hoy en día. De visitante aún no ha ganado, e intentará hacerlo el lunes a las 17:00, cuando enfrente a Resistencia en la Chacarita.
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