WASHINGTON (AP) — El gobierno del presidente Joe Biden y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu expresaron el jueves marcadas discrepancias en cuanto a las perspectivas de alcanzar un acuerdo de cese del fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes, al grado que Netanyahu dijo que era “completamente impreciso” que se estuvieran logrando avances.
“No hay ningún acuerdo en ciernes”, dijo Netanyahu en una entrevista con el programa “Fox and Friends”. Su escepticismo público se produce en momentos en que funcionarios estadounidenses dijeron que trabajaban en una propuesta modificada para abordar las disputas restantes entre los líderes de Israel y Hamás después de que durante el fin de semana se descubrieron los cuerpos de seis rehenes, lo que dio un mayor sentido de urgencia a las conversaciones.
El portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, reiteró el jueves que sólo se necesitaban pulir los desacuerdos sobre los “detalles de implementación” de una propuesta de cese del fuego.
“He escuchado lo que ha dicho el primer ministro. No voy a entrar en discusiones con él en público”, dijo Kirby a los periodistas. “Seguimos creyendo, aunque esto es increíblemente difícil… si hay compromiso, si hay liderazgo, todavía podemos conseguirlo”.
El equipo de Biden, un gobierno saliente a dos meses de las elecciones, ha proyectado optimismo este verano mientras trabaja con otros mediadores —Egipto y Qatar— para intentar que Israel y Hamás concreten una tregua después de 11 meses de guerra en Gaza. El acuerdo liberaría a más rehenes tomados por Hamás durante su ataque del 7 de octubre contra Israel a cambio de prisioneros palestinos, uno de los principales puntos de fricción.
Días antes de que las fuerzas israelíes recuperaran los cadáveres de seis rehenes, entre ellos el israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin, funcionarios estadounidenses habían dicho que los dirigentes de Israel y Hamás podrían firmar un acuerdo tan pronto como a finales de esta semana.
“Soy optimista. Está lejos de haber terminado. Sólo faltan un par de cuestiones. Creo que tenemos una oportunidad”, declaró Biden a la prensa el viernes pasado.
Incluso antes de eso, Netanyahu se mostraba intransigente, añadiendo condiciones que dificultaban concretar cualquier acuerdo antes de las elecciones en Estados Unidos. En julio pasado, meses después de iniciadas las conversaciones, su gobierno de extrema derecha declaró públicamente por primera vez que su prioridad era la presencia de las fuerzas israelíes en un corredor que se extiende a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto. Netanyahu afirma que es necesaria para impedir que Hamás introduzca armas de contrabando hacia el territorio palestino.
“Pedir a Israel que haga concesiones después de estos asesinatos es enviar un mensaje a Hamás: Maten a más rehenes, obtendrán más concesiones”, dijo Netanyahu el jueves. “Eso es lo que no hay que hacer, y creo que la abrumadora opinión pública israelí está unida contra eso”.
Las familias de los rehenes han acusado a Netanyahu de bloquear un acuerdo y de sacrificar potencialmente a sus seres queridos para mantener la franja fronteriza, conocida como Corredor Filadelfia. Cientos de miles de israelíes han salido a las calles para pedir un acuerdo y afirmar que se acaba el tiempo para traer a los rehenes de regreso a casa con vida.
Netanyahu ha rechazado las críticas de que su gestión de la guerra y las negociaciones de alto el fuego tengan motivaciones políticas y ha dicho que cree que sólo una fuerte presión sobre Hamás obligará al grupo a hacer concesiones.
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