Resulta inexplicable que el intendente Felipe Salomón siga sosteniendo a un impresentable como Ramón «Monchi» Gill, exconcejal y exintendente, como director del Policlínico Municipal Edmundo Prats Weiss, ya que, nada ha aportado para el crecimiento de tan importante dependencia municipal.
Atornillado en el cargo desde la cuestionada administración de Albino Ferrer sin resultados que justifiquen su continuidad, y a pesar de todo ello, llamativamente, el intendente Felipe Salomón lo mantiene.
Conforme a nuestras fuentes, el policlínico aún no cuenta con habilitación del Ministerio de Salud, tampoco de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), una unidad del ministerio que controla las basuras patológicas. Requisitos fundamentales para cualquier establecimiento de salud, por lo que el policlínico municipal está expuesto a multas y sanciones, incluso la inhabilitación.
Respecto a la fuente, el propio intendente Salomón confirmó las groseras irregularidades a Tiempo Político, un conocido programa local de debates emitido por Facebook.
Cabe recordar que la concejal Myriam Fernández confirmó el mal manejo de las basuras patológicas durante una visita y luego las expuso a la Junta Municipal.
Así pues uno ya se imaginaría el nivel de organización interna, pues sí, mal: denuncias de maltrato y persecución política contra la funcionaria Lourdes Romero –nada nuevo-, y las quejas generalizadas por los agendamientos pesimamente coordinados.
El director Gill no solo resulta inoperante como tal, también como exconcejal y exintendente (interino-2015), como edil: acomodado a los intereses coyunturales y sin postura; como intendente: buscó simplemente satisfacer sus necesidades económicas y políticas.
Por citar algunos ejemplos: no mostró ningún interés para que la ciudadanía organizada en comisiones vecinales participe del presupuesto municipal 2016. Pero no fue la primera vez, en el periodo 2014 durante su presidencia en la Junta Municipal votó en contra del llamado «presupuesto participativo».
Nunca puso freno al cobro del 10% por el servicio extra judicial del impuesto inmobiliario a través de empresas y abogados particulares. La Junta Municipal aprobó en tres ocasiones por mayoría suspender, y lo peor es que aprobó en su periodo de concejal –antes de la renuncia del candidato a intendente Albino Ferrer–. Con todo, siguieron cobrando descaradamente.
Por entonces, aseguró a una emisora local que la empresa contratada nuevamente para el almuerzo escolar, LADERO Paraguay S.A., es una empresa seria y que la Municipalidad no tuvo ningún inconveniente con el servicio en el año 2014. Sin embargo, olvidó cínicamente los malos momentos que varios alumnos tuvieron que pasar con el recordado caso «tigua’a» y otras irregularidades en la distribución de los víveres que saltaron.
Por otro lado, el nombramiento injustificable de la Dra. Sofía Ramos como directora adjunta tampoco trae esperanza de mejoras, ya que, como jefa médica del Hospital General de San Lorenzo (HGSL), junto al director Luis Prats, ambos muy amigos, tuvieron una pésima gestión durante la pandemia al frente de dicho nosocomio, incluso hasta hoy, sobre todo este último. Asunto interesante para otro editorial.
Un detalle no menos importante es su estado de salud, dado que tras complicaciones terminó en una silla de ruedas, ya no es el mismo de antes y por obvias razones es preferible dejarlo ahí, pero por el bien de la institución municipal es de considerar.
Con esta situación, el intendente Felipe Salomón ya mismo debe nombrar a una persona idónea que dedique todo su esfuerzo en levantar este centro asistencial tan importante, elaborando y aplicando estrategias acordes, y dé el respaldo necesario para que ningún cacique político vaya y haga de la suyas.
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