Salud Pública aprobó dos terapias oncológicas de administración oral que ya están disponibles en el país: la Talazoparib que reduce en un 46% el riesgo de progresión de enfermedad o muerte para un subtipo específico de cáncer de mama, BRCA germinal mutado y HER2. Asimismo el Lorlatinib, se trata del primer TKI de tercera generación dirigido para el tratamiento del cáncer de pulmón de células no pequeñas avanzado o metastásico con rearreglos en ALK.
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social aprobó dos nuevas terapias de vía oral para el tratamiento de 2 subtipos específicos de cáncer de mama y cáncer de pulmón localmente avanzados o metastásicos: talazoparib y lorlatinib, que ya se encuentran disponibles en el país, convirtiéndose en nuevas alternativas que podrían ser superiores a la quimioterapia, y que permitirían obtener mejores resultados y una mejor calidad de vida para los pacientes.
Ambas alternativas terapéuticas corresponden a la llamada medicina de precisión, un enfoque que busca brindar a cada paciente el tratamiento adecuado, en la dosis justa y en el momento apropiado, a partir de la identificación de alteraciones genómicas específicas de cada tumor, con el fin de aumentar la eficacia y la probabilidad de supervivencia de los pacientes.
Talazoparib: nueva terapia para el cáncer de mama avanzado
Talazoparib está indicado para pacientes con cáncer de mama localmente avanzado o metastásico, HER2 negativo y que presenta mutación germinal del gen BRCA, el cual se determina mediante un test genético. Es un tipo de tumor que, generalmente, se presenta a edades más tempranas que el resto de los tumores de mama y en mujeres que presentan historial familiar o propio de tumores de mama/ovario.
El Dr. Mario Cristian Micheri, oncólogo investigador argentino que participa en el desarrollo de estudios clínicos en cáncer de mama y cáncer de pulmón, afirma que Talazoparib demostró superioridad al compararse con la quimioterapia: «El objetivo de esta terapia es retrasar la evolución de la enfermedad. Los datos demuestran que mejora el tiempo de progresión de la enfermedad y logra que progrese más lento que utilizando quimioterapia».
En este sentido, el estudio clínico de fase III EMBRACA, que involucró a 431 pacientes que presentaban este tipo de enfermedad, demostró que esta terapia reduce en un 46 % el riesgo de progresión de enfermedad: la sobrevida libre de progresión fue de 8,6 meses vs. 5,6 en las pacientes que recibieron quimioterapia estándar. Asimismo, se vio que más de 6 de cada 10 pacientes (62,6 %) consiguieron respuesta positiva gracias a esta nueva molécula; mientras que en el grupo que recibió quimioterapia, los resultados fueron del 27,2 %.
El estudio EMBRACA también señala la ventaja de ser una medicación que puede administrarse en el hogar y con una toma al día, lo cual representa una facilidad para pacientes y cuidadores. Además, demostró utilidad en pacientes con cuadros desfavorables, como metástasis cerebrales.
Un aspecto que destaca el Dr. Micheri tiene que ver con la calidad de vida de las pacientes que utilizan Talazoparib, pues «el objetivo secundario de este fármaco es que mejora la calidad de vida de las pacientes comparadas con las pacientes que utilizan quimioterapia», menciona.
Lorlatinib: avances en el tratamiento del cáncer de pulmón
Por su parte, Lorlatinib es un nuevo tratamiento para pacientes adultos con cáncer de pulmón de células no pequeñas, avanzado o metastásico, positivo para la fusión de la quinasa del linfoma anaplásico (ALK, por sus siglas en inglés), que tienen progresión de la enfermedad después de haber recibido tratamiento con inhibidores de la tirosina cinasa (TKI, por sus siglas en inglés) de ALK de primera y/o segunda generación.
Los tumores con alteraciones en ALK afectan a un perfil diferente al de los demás pacientes con cáncer de pulmón: es más probable que sean mujeres, que la enfermedad se manifieste antes de los 50 años y que nunca hayan fumado o hayan fumado poco.
La mayoría de los tumores desarrollan resistencia a los tratamientos iniciales y esto lleva a que los pacientes deban buscar una segunda y hasta una tercera línea de tratamiento en el plazo de uno a tres años. En el pasado, no se contaba con opciones eficaces después del fracaso de la terapia con TKI de ALK de primera y segunda línea, por lo que se debía proceder con la quimioterapia, con sus efectos secundarios impactando en la calidad de vida de los pacientes.
El Dr. Diego Kaen, oncólogo y jefe del Departamento de Investigación Clínica de la Fundación Centro Oncológico Riojano Integral (CORI), de Argentina, comenta que «la clave en la efectividad para el tratamiento del Lorlatinib es utilizar medicina de precisión y comprender que no todos los tumores son iguales, cada uno tiene su propia identidad».
Si bien la progresión de la enfermedad es prácticamente inevitable, las pruebas clínicas demostraron que el 39,6 % de los pacientes tratados con Lorlatinib logró alcanzar una disminución parcial o incluso completa de sus tumores. Asimismo, la terapia podría permitir que los pacientes tengan al menos 6,6 meses más de supervivencia sin progresión, después de recibir tratamientos con TKI de ALK de primera y/o segunda generación.
Son notorios también los beneficios en el bienestar físico, emocional y social, así como en el alivio sintomático de los pacientes. «Esto es hoy una realidad», afirma el Dr. Kaen sobre las posibilidades del Lorlatinib de reemplazar a otras estrategias, como la radioterapia o la quimioterapia.
PRessencia
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