Juan Manuel Añazco (ANR) y Freddy Franco (PLRA) forman parte del grupo de nuevos diputados. Siendo optimistas, es de esperar que ambos legisladores se distingan positivamente de otros sanlorenzanos que pasaron casi desapercibidos en la Cámara Baja.
De acuerdo con los datos oficiales, el nuevo periodo de la Cámara de Diputados (2023-2028) comenzó el viernes pasado con 58 nuevos legisladores. De un total de 80, la cifra mencionada representa una renovación del 72,5 %.
En cuanto al nivel de reelección, 22 diputados volvieron a ocupar un escaño: 11 corresponden a la Asociación Nacional Republicana (ANR), Partido Colorado; 10 son del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA); y una representación es del Partido Patria Querida (PPQ).
Cabe recordar que se establecen como atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputado la facultad de iniciar la consideración de los proyectos de ley relativos a la legislación departamental y a la municipal, designar o proponer a los magistrados y funcionarios, de acuerdo con lo que establece la Constitución Nacional y la ley; prestar acuerdo para la intervención de los gobiernos departamentales y municipales, y las demás atribuciones exclusivas que fije la Constitución.
Entre los nuevos diputados por Central están los sanlorenzanos «Juanma» Añazco y Freddy Franco.
Mirando de un modo optimista, es de esperar que ambos se distingan positivamente de otros sanlorenzanos que pasaron por la Cámara de Diputados, la mayoría hasta casi desapercibidos, y por qué no, de aquellos que lograron su «rekutu», salvo escasas excepciones, empezando por la puntualidad, la asistencia a las sesiones ordinarias o extraordinarias, y las reuniones de las comisiones asesoras permanentes.
Todo esto sin juzgar las vergonzosas posturas que en ocasiones son protagonizadas.
Si bien en general la expectativa es que ambos tendrían una buena gestión, la figura del diputado Añazco deja dudas, ya que su paso por la Junta Municipal no fue destacado ni nada que se lo aproxime, se vio más bien manchado por llegadas tardías a las sesiones, incluso, no se ha escuchado en ocasiones a la secretaria general justificar su ausencia, vicios que son precisamente muy cuestionados en algunos legisladores de ambas cámaras.
Por lo que a diferencia del diputado Franco, Añazco tiene la doble tarea de mejorar su presencia política para no terminar «sin pena ni gloria» como tantos y convertiste en una completa vergüenza para San Lorenzo.
Así que indistintamente están llamados a demostrar sus capacidades como estadista, en otros términos, la idoneidad para discernir y discutir las políticas públicas.
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