Piensa cuándo fue la última vez que apagaste tu teléfono móvil. Probablemente no lo recuerdes, o fue en aquel momento en el que te quedaste sin batería. Tenemos una dependencia absoluta de nuestros dispositivos, pero aunque están preparados para que se mantengan encendidos sin ningún inconveniente, a decir verdad, deberías apagar el móvil con cierta frecuencia.
La diferencia es que cuando reiniciamos el teléfono móvil, no se apaga del todo, sino que prácticamente la mayor parte de los procesos se vuelven a poner en marcha. Pero la memoria caché, la que almacena datos recientes, no se reinicia completamente. Es cierto que un reinicio de teléfono puede acabar con gran parte de sus problemas de funcionamiento, pero la única manera de que el teléfono tome un respiro y recorre nueva vida es apagándolo completamente. No es necesario que el tiempo de apagado sea demasiado largo, basta esperar unos simples segundos.
El proceso de apagado consigue parar ¡r por completo todos los procesos que en él tienen lugar, y que no son precisamente pocos. Al apagarlo, podríamos decir que el software queda completamente fuera de servicio, y al volver a encenderlo, se inicia de nuevo todo el proceso de puesta en marcha sin que hayas errores.
La principal ventaja es que el funcionamiento del dispositivo, a no ser que haya algún tipo de error grave, sea mucho mejor. Por ejemplo, las aplicaciones tardarán menos en abrirse, editas una fotografía sin tener que esperar nada, incluso puedes navegar con mayor fluidez por Internet.
Por salud, apaga siempre que puedas
Pero es que apagar el teléfono, no solamente tiene beneficios de índole operativo, también supone olvidarse por un tiempo de la esclavitud de teléfono móvil. Si por cualquier causa no consigues tener tu teléfono apagado a ciertas horas, es obvio, dependemos de él para muchas cosas, lo mejor es que lo apagues de noche. Siempre y cuando no exista ningún tipo de dependencia del teléfono para las llamadas nocturnas, estar pendientes de algún familiar mayor o similares, dormir con el teléfono apagado es una auténtica fuente de salud.
Sobre todo dentro del plano de las inquietudes, porque hay ocasiones en las que nos levantamos de madrugada para ir al baño y lo primero que hacemos es tomar nuestro teléfono para mirar cualquier cosa. Y muchas veces este simple vistazo nos desvela o hace que estemos bastantes minutos perdiendo el tiempo e interrumpiendo el ciclo natural de sueño.
Comentarios de Facebook