Con nuevo entrenador el Rayadito impuso su favoritismo como local ante Capiatá y vuelve a meterse en la conversación por el ascenso, en una jornada donde los rivales se frenaron y la cuestión volvió a emparejarse. Arde la Intermedia, cuando de los tres cupos directos, prácticamente quedan dos disponibles.
Debutó Arnaldo Alonso y su cuerpo técnico local, para romper la sequía de triunfos y demostrarle a la afición que San Lorenzo aún mantiene vivas sus chances de regresar a Primera División, y si lo puede hacer de forma directa, mejor todavía.
Así como en la primera rueda, superó a Capiatá, equipo que venía en alza pero que está complicado en los promedios, comenzando con el marcador adverso, pero dándolo vuelta de forma merecida, por la perseverancia y por la necesidad que tenía de prenderse nuevamente a la pelea, que hasta la fecha pasada quedó la sensación de ir perdiéndola.
Fabián Ovejero y Matías Cáceres fueron los artífices de un triunfo 2-1, muy trabajado por el Santo, quien no sólo tuvo que esforzarse para revertir el resultado, sino que en un momento dado debió defenderlo.
San Lorenzo rompió la peor racha de juegos sin victorias en el campeonato, ya que antes nunca había pasado de tres jornadas; esta vez estuvo cuatro fechas en donde solo había conseguido un empate en medio de tres caídas.
El funcionamiento del equipo todavía es muy parecido al que dirigía José Domingo Salcedo, quien a lo largo de sus 22 encuentros conducidos mantuvo un formato 4-4-2 claro, siempre variando los jugadores pero con casi los mismos concentrados. Mucha mano aún debe meter Alonso para lograr la solidez y fortaleza de encarar los siguientes enfrentamientos que serán todavía más duros.
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