Los reiterados «errores» administrativos y la falta de una adecuada transparencia llevan al gobierno de Felipe Salomón a caer en los mismos errores de sus antecesores, y que ponen en duda su gestión.
El pasado miércoles 10 de mayo, la Junta Municipal aprobó la rendición de cuentas 2022 del intendente Felipe Salomón, un balance que fue sólidamente cuestionado por el concejal Isaac Rojas (PLRA) y que ningún oficialista pudo contraponer acabadamente.
Isaac Rojas expuso 13 observaciones administrativas con sus respectivos sustentos legales. Refirió, entre los tantos, que los recursos de inversión fueron utilizados en pago de salarios, autorizados por Resolución N°2061/2022 y 2088/2022, sin justificación ni plan de reposición, ha pedido de la Dirección General de Administración y Finanzas. En otros casos se efectuaron pagos sin que la Junta haya aprobado por ordenanzas las deudas pendientes de pagos. Resoluciones duplicadas y números que contradicen fechas. Llamativas diferencias entre lo publicado en la web municipal y el mencionado informe.
Muchos pedidos de informes que no fueron respondidos y que son causales suficientes para rechazar la cuestionada ejecución presupuestaria. Por ejemplo, hasta hoy no se tiene respuesta sobre el uso del dinero destinado para el festejo fundacional y patronal de la ciudad, desembolsado al dudoso Consejo de Desarrollo pro San Lorenzo.
Es oportuno recordar las reiteradas llamadas de atención que algunos concejales han hecho a la directora general de Administración y Finanzas, Karina Valdovinos, incluso algunos salomonistas, con el fin de no cometer más «errores», cuestión que evidentemente no le importó e importa a la directora general Valdovinos.
Los sanlorenzanos venimos soportando bastante ya a lo largo de este tiempo los abusos intolerables de la improvisación, la malversación, la mala gestión y los generosos contratos que poco o nada han beneficiado a los contribuyentes, todos ellos puestos a consideración de la ciudadanía a través de las distintas denuncias realizadas y que, lamentablemente, han quedado en el «imperio de la impunidad».
Si bien el intendente Salomón ha demostrado interés en mejorar la ciudad, en definitiva, esto no alcanza, ya que su aplazada ejecución presupuestaria 2022 en tan poco tiempo no ayuda a mantener la confianza suficiente en su gestión, que es precisamente lo que necesita, la confianza de la ciudadanía en general y para lo cual se ha comprometido. Debe de inmediato llamar la atención a sus colaboradores. Por ello, el intendente, si es responsable, debe de rectificar rumbos y poner orden en la casa, está a tiempo.
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