El Rayadito le ganó 1-0 a 3 de Febrero, en un compromiso con desenlace polémico, donde Álvaro Giménez le concedió un penal muy dudoso al cuadro dirigido por Hugo Ovelar, el cual fue convertido por su capitán Víctor Ayala. La decisión del juez principal terminó tomando el protagonismo de un partido muy mal jugado por ambos, pero que finalmente le sirve al Santo para acortar distancias, ya que ahora quedó a cuatro puntos del segundo lugar. Por suerte, en Intermedia no hay VAR, sino…
Tras un trámite muy aburrido, trabado y sin claridad de parte de ambos equipos, el encuentro terminó con una decisión polémica de parte del árbitro Álvaro Giménez, al concederle un penal a San Lorenzo, que tomó nueve minutos en ser ejecutado, y que la jugada fue reclamada por los esteños.
A los 84′ un centro mandado por Matías Verdún termina siendo bajado de cabeza en el área por Juan Heinze, para asistir a Ariel Benítez, quien intentó controlar la pelota en el área, pero el esférico terminó pegando en el defensor del «3» Ismael Roa, y Giménez dio penal.
Esa decisión desató la polémica de la fecha, y es que en la «repe» se ve claramente que la pelota impactó en el hombro, lo cual terminó dando la razón a los reclamos de la visita, que duraron nueve minutos. Sí, el penal recién se pudo ejecutar a los 93′, ya que los esteños enardecieron ante esa decisión que terminó influyendo en el marcador.
El análisis del encuentro se centró netamente en esa jugada, que fue la que terminó inclinándose a favor de un San Lorenzo, que jugó muy mal, no hizo méritos para llevarse los tres puntos, pero que igual se termina festejando porque era un triunfo bastante necesario y más porque el escolta Carapeguá se estaba frenando, entonces había que aprovechar esa oportunidad.
Si la categoría Intermedia contaba con el VAR, muy probablemente Giménez habría cambiado su decisión, pero como no es el caso, el juez tuvo que quedarse con su percepción. Este y tantas otras incidencias, seguramente, forzarán a que esta categoría también sea intervenida por la tecnología la próxima temporada.
En fin, el balance es que futbolísticamente no hay mucho que destacar en este equipo. No hubo fuerza en ataque, el equipo carece visiblemente de peso ofensivo y se abusa con los pelotazos. Decididamente, habrá que reforzar, porque con lo que hay será muy difícil.
Ganó San Lorenzo a un equipo que viene mal, que está peleando por no descender y que aun así le hizo las cosas muy difíciles. De local, el Rayadito estuvo cerca de ceder puntos ante un rival inferior según la clasificación (marcha penúltimo), y eso es un lujo que no puede seguir dándose, pese a lo mencionado en el párrafo anterior. Ganar de local, como sea, es un requisito que los equipos que aspiran a ascender deben cumplir.
La siguiente jornada será el cierre de la primera rueda y al Santo le toca ir hasta el Sur del país, para visitar a Encarnación el próximo lunes a las 17:30. Si quiere seguir acortando diferencias con Carapeguá (2°) deberá ganar como primera medida; ningún otro análisis servirá si no se cumple con ese resultado, y si de yapa se puede acercar al puntero Recoleta, bienvenido sea. Por ahora, paso a paso.
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