Si alguien de tu entorno te hacer tener sentimientos de inseguridad o te hacen dudar continuamente, estás ante una persona tóxica.
Estamos abarrotados de conocidos y pese a que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano, no está de más recordar que a veces estas personas que están a nuestro lado no son todo lo sanas que pensamos, refiriéndonos con este adjetivo a quienes no nos tratan bien ni disfrutan de nuestras alegrías ni entristecen con las malas noticias que nos llegan.
Es importante en primer lugar identificar si nuestro amigo está pasando por un mal momento para poder justificar su comportamiento en el que solo habla de sí mismo o es incapaz de empatizar con nosotros pero, tal como insta a hacer entender la psicóloga Irene López Assor, autora de 10 obstáculos que te impiden ser feliz, una persona que tiene un comportamiento tóxico, ya sean amigos, hermanos, resto de familiares, pareja o entorno social, van a generar una sensación de malestar y agotamiento, y esto «merma la capacidad de concentración», dificulta a la hora del procesamiento de la información, es decir, en el pensamiento y resolución de problemas y, como consecuencia, derivará en cuadros de estrés e incluso sintomatología depresiva sin saber que los causantes son estos «amigos tóxicos».
«Si queremos dejar de tener relaciones que nos hacen sufrir, debemos romper el circuito neuroquímico que hemos estimulado de forma continua. Debemos romper con ese hábito para cambiar nuestra mente y dejar de estar atrapados en lo rutinario».
Hay indicadores que son muy claros y que nos van a ayudar a identificar cómo es esta persona tóxica que nos rodea:
- Señalan tus inseguridades
Ésta es la principal característica. El amigo tóxico no te va a dejar pasar ni una, siempre te va a decir comentarios incómodos y, además, no van a ser comentarios puntuales, sino que van a ser muy recurrentes, constantes, incluso.
- Te recuerdan tus errores
Estos amigos te van a recordar tus errores de una manera constante, hasta el punto de sentir hasta vergüenza y culpa. «Te cuestionan el cómo has hecho las cosas y les da cierto placer cuando estas nos van mal», expone la psicóloga. Se trata de un tip bastante claro cuando dices: «esta semana me ha ido muy bien» y él te contesta «pues a mí no, a mí fatal». «El yoísmo es muy de amigo tóxico», cuenta.
- Solo están cuando te necesitan
Si prestamos atención, tenemos amigos que solo aparecen cuando nos necesitan, y esto es una señal de alarma muy clara de amigo tóxico. En palabras de Irene López Assor, este tipo de personas no solo nos llaman para cuando necesitan apoyo emocional, también para pedir dinero u otro tipo de favores, como acompañarles a algún tipo de recado o por el estilo. «Lo que debemos de tener en cuenta: ellos piden, tú das. Tú pides, ellos no dan», asegura la experta.
- Siempre son las víctimas
El amigo tóxico, por supuesto, es la gran víctima de la sociedad de nuestros días. Él es una persona que, según la psicóloga, siempre tiene algo para hacer una manipulación emocional: «En todo momento el amigo tóxico juega con nuestra culpa, que en el fondo es nuestro talón de Aquiles, la inseguridad».
- No hay reciprocidad
Es decir, siempre das tú. No hay una compensación entre el dar y el recibir. Una cosa es que nos demanden más atención porque están pasando una mala época y otra que siempre, por sus malas rachas, sea el protagonista. «En la no reciprocidad vamos a ver, y a tomar conciencia, que el amigo tóxico no te apoya como lo harías tú y esto nos lleva a sentir mucha soledad», explica.
- No te apoyan
Nos cortan las alas. No nos apoyan como somos realmente. Siempre que tenemos un proyecto, ellos nos van a decir: «y yo también». Cuando emprendemos algo bonito, nos dirán: «y yo también». En definitiva, no nos dejan expresar la alegría que podemos sentir en un momento bueno, siempre nos van a quitar el protagonismo.
- No respetan tus intimidades
Por lo tanto, no puedes confiar. «Nos vamos a referir a la palabra intimidad como intimidad emocional, es decir, nuestro estado de ánimo», explica. Pongamos un ejemplo: un día nos despertamos tristes y es un hecho. Si tenemos a nuestro lado a una persona a la cual le podamos comunicar que hoy nos levantamos tristes y nos escucha sin más, sintiendo que lo podemos decir sin más consecuencias, entonces tenemos un buen amigo. Sin embargo, tal como manifiesta Irene López Assor, si a la misma premisa nos contesta ‘qué exagerado eres’, ‘pues no entiendo por qué estás triste si no te pasa nada’… ahí es cuando no nos está dejando expresar nuestra intimidad, nos está enjuiciando y no nos está respetando.
- Van a sacar lo peor de ti
El amigo tóxico es una persona manipuladora y narcisista, con poca capacidad empática y sacará lo peor de nosotros. No son capaces de estar a la altura cuando es necesario. No se pone en nuestra piel, quizá en ese momento que necesitamos un aliento o una esperanza. Esto tiene como consecuencia que nos enfademos y sintamos una sensación de fracaso continuo que extrapolaremos al resto de las áreas de nuestra vida.
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