En las negociacionese sobre un tratado con el Mercosur, dicen que las pretensiones europeas en materia ambiental son «inaceptables», conllevan amenazas de sanciones y podrían obstaculizar sus exportaciones a la UE.
Por DW
Argentina y Brasil, las mayores economías sudamericanas, plantaron cara el martes (4.07.2023) ante la «inaceptable» y «parcial» postura ambiental de la Unión Europea (UE) en el acuerdo comercial con el Mercosur, durante una cumbre del bloque en la que las posturas sobre Venezuela volvieron a dividir.
La UE «nos presenta una visión parcial del desarrollo sostenible, excesivamente centrada en lo ambiental», dijo el presidente argentino Alberto Fernández, anfitrión de la cita en Puerto Iguazú (noreste).
La UE y el Mercosur, que integran además Brasil, Uruguay y Paraguay, intentan concretar un tratado de libre comercio luego de llegar a un acuerdo de principios en 2019, tras más de dos décadas de duras negociaciones, sin que aún se haya ratificado.
Pero un documento adicional al acuerdo presentado en marzo por el bloque europeo de 27 países, con exigencias medioambientales relativas al sector agropecuario, generaron resquemores entre los países suramericanos.
Ese documento «es inaceptable. Los socios estratégicos no negocian sobre la base de la desconfianza y la amenaza de sanciones», enfatizó el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
«No nos interesan acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materia prima, productos mineros y petróleo», añadió.
Fernández se hizo eco de ese punto: «Nadie puede condenarnos a ser proveedores de la materia prima que otros industrializan y luego nos las venden a precios exorbitantes».
A la cita, con las Cataratas de Iguazú de fondo, asistieron también el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou y el paraguayo Mario Abdo Benítez. Además estuvo presente el mandatario de Bolivia, Luis Arce, cuyo país espera su adhesión como miembro pleno del bloque fundado en 1991.
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