Con la idea global de que el rol de las empresas y organizaciones se extiende más allá del éxito económico, siendo aquellas los agentes fundamentales del cambio, para impulsar transformaciones positivas e impactar en el ambiente y la calidad de vida, arrancó esta mañana el primer día el XIV Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y Sostenibilidad, organizado por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), en el Centro de Eventos del Paseo La Galería.
Al dar la bienvenida al evento, la presidente de la ADEC, Gloria Ayala Person, recordó a los presentes que Paraguay está entre los países de mayor crecimiento en América Latina, siendo el mayor productor per cápita y mayor exportador de energía eléctrica, limpia y renovable del mundo; con mejor clima de negocios de la región; no obstante, enfrenta urgencias en las que uno de cada cuatro paraguayos está en situación de pobreza; seis de cada diez está en la informalidad y seis de cada diez habitantes no terminan la secundaria.
Agregó que, como criterio importante para los inversionistas, se debe tener un marco integral para graduar el impacto de las empresas, con visión holística de sustentabilidad y prácticas éticas; y dejó una frase, resumida en que la responsabilidad y la transformación positiva comienzan con acciones y decisiones que tomamos, y compromisos que mantenemos.
Cambiar el modelo
Por su parte, Javier García de Viedma, embajador de la Unión Europea (UE) ante Paraguay, destacó que, para alcanzar los compromisos globales, debe cambiar el modelo de desarrollo económico, con la economía circular y un ámbito neutro en emisiones. «El cambio asusta y se suman los desafíos de la globalización, con un desarrollo vertiginoso en nuevas tecnologías, inteligencia artificial, crisis de valores, etc.», manifestó.
A su criterio, el proceso debe ser racional, social y ético: racional, porque la economía circular y la sostenibilidad son formas racionales y naturales para gestionar recursos, respetando la economía de mercado; social, porque hay que poner al ser humano en el centro de los procesos; y ético, porque hay que fijar reglas y reflexionar en el papel de las redes sociales e inteligencia artificial, en su impacto hacia las libertades y los derechos, según consignó.
Seguidamente, Matteo Sirtori, jefe de cooperación de la Delegación de la Unión Europea en Paraguay, aportó que las inversiones públicas no son suficientes para alcanzar los objetivos de sostenibilidad; más aún en situaciones de emergencia climática; mientras que las inversiones privadas son fundamentales y que desde la Unión Europea están promoviéndolas para temas que sean respetuosos del medio ambiente.
Repensar patrones
La primera conferencia de la mañana versó en aspectos para repensar los patrones de producción y consumo. Estuvo a cargo de Cristianne Close, vicedirectora de Conservación Global, WWF Internacional (Brasil), quien advirtió que unos USD 44 billones del PIB mundial se encuentran en riesgo moderado o severo, debido a la pérdida de la naturaleza; y enfatizó en que durante los últimos 40 años se perdió un 69% de biodiversidad, por la duplicación de extracción de minerales, carne y emisiones de carbono, llegando ese nivel al 94% en América Latina.
La conferencista citó además el mensaje de la reciente Cumbre de Biodiversidad Global, que se centra en las medidas urgentes a tomar para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, con el fin de poner a la naturaleza en el camino de la recuperación, en beneficio de las personas y del planeta.
Como oportunidades para la economía de nuestra región, enumeró a los modelos de producción regenerativos, a la economía circular, lo mismo que las soluciones basadas en la naturaleza y la reducción de la conversión de los ambientes naturales.
Gestión eficiente
Dentro del panel «Producir para el presente pensando en el futuro», Abhishek Shah – Gerente de Indopar SA (Paraguay), dijo que los modelos de producción que priorizan la gestión eficiente de los recursos, la prevención de la contaminación y reducción de riesgos para la salud y el impacto en el medio ambiente, además de brindar un panorama de desarrollo personal e impulsar la integración social, son claves para lograr una producción responsable.
Le siguió César Cardozo, propietario de Ecogranja Ñandu’a, un proyecto privado, sin subsidio estatal y con procesos de convertirlo en sostenible, en el que se plasman actividades agrícolas, de senderismo y de turismo ambiental.
Por su lado, Daniela Solís, gerente de Paraguay Orgánico, recordó que el sistema de producción orgánica en el mundo contribuye con más del 50% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Brindó datos que hablan de que más de 67 millones de hectáreas en el mundo están dedicadas a la producción orgánica; siendo América Latina parte de un 13% de esa cifra global, exportándose la mayoría de su producción.
El área de construcción también se encuentra alineada con la sostenibilidad, y paradigma de ello es AGB Constructora SA, cuyo gerente, Gerardo Delfino, destacó que hace 14 años incorporaron la certificación Leed para algunas edificaciones surgidas del trabajo de la empresa que representa.
Para más información sobre la ADEC y este congreso, ingresá a https://congreso.adec.org.py/
PRessencia
Comentarios de Facebook