La oposición no alcanzó los 87 votos necesarios para declarar la vacancia en la Presidencia de la nación.
El presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, se salvó ayer de ser destituido por el Congreso dominado por la oposición derechista, al cierre de un juicio político que mantenía al país en vilo.
Tras un debate de más de ocho horas de duración, en el que el mandatario presentó su descargo al inicio y luego hablaron 95 parlamentarios, solo 55 legisladores votaron a favor de la destitución, 54 en contra y 19 se abstuvieron. Se requerían 87 votos para ser aprobada.
La oposición acusaba a Castillo de falta de rumbo y permitir una presunta corrupción en su entorno. Además, le criticaron sus constantes crisis ministeriales que se traducen en cuatro gabinetes en ocho meses, algo inédito en el país.
DW/AFP/EFE
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