Con 36 años, el izquierdista se convierte en el jefe de Estado más joven de la historia de su país. Prometió respetar la Constitución.
Ante el Congreso, el progresista Gabriel Boric asumió este viernes la Presidencia de Chile en una solemne ceremonia en la ciudad costera de Valparaíso, a la que acudió una nutrida representación de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, entre ellos el presidente Mario Abdo Benítez. En el Salón de Honor, el presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, fue el encargado de poner la banda presidencial a Boric, que con 36 años y un mes se convierte en el jefe de Estado más joven de la historia del país.
Con una enorme sonrisa, que le acompañó desde que entró en la sala, y una emoción que no pudo contener, el político subió al estrado -donde recibió un abrazo de su predecesor, Sebastián Piñera-, saludó a los militares y representantes allí presentes y prestó juramento sin corbata. «Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo», dijo Boric, en un gesto más de este hombre procedente de la ciudad austral de Punta Arenas, concienciado con la diversidad étnica y nacional e indígena de Chile.
Posteriormente Piñera colocó al flamante mandatario la piocha, una estrella de cinco puntas del libertador Bernardo O’Higgins que representa a la máxima autoridad del país, para cerrar el cambio de mando con un abrazo entre mandatario saliente y entrante. La insignia metálica quedó colgada de la banda presidencial de Boric, confeccionada por costureras del Sindicato Revolucionario Textil de Chile.
DW, EFE, AFP
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