El berro, un vegetal poco frecuente en las dietas, es el que más propiedades beneficiosas para la salud tiene.
La ciencia trabaja a destajo para estudiar y entender el cuerpo humano y los alimentos que pueden mejorar su funcionamiento. Los costes para la salud de una dieta desequilibrada o falta de elementos nutricionales básicos y esenciales pueden ser enormes. Comer bien puede ser el mejor escudo contra algunas enfermedades y problemas crónicos totalmente evitables. Lo único que se necesita es un pequeño esfuerzo.
Con esta idea entre ceja y ceja, un grupo de investigadores de la universidad William Paterson de Nueva Jersey llevó a cabo en 2014 una amplia y ambiciosa investigación. No es ningún secreto que los vegetales deberían ser la piedra angular de las ingestas diarias de cualquier persona saludable. Es difícil, no obstante, cumplir siempre con este precepto. La gula o la prisa acaban echando a muchos a los brazos de la comida basura.
La idea detrás del estudio de los expertos estadounidenses era elaborar una lista minuciosa y pormenorizada de las verduras más completas nutricionalmente. Para ello, primero se determinaron cuáles son las sustancias que todo ser humano debería ingerir a diario y en qué proporción. En total, fueron 17 los elementos dietéticos esenciales. Después, se analizaron hasta 47 verduras para hacer el ranking definitivo.
Cuerpo sano, mente sana
El resultado sorprenderá a muchos, pues se alzó con el oro un alimento que se practica poco. Se trata del berro, una comida que, en la cantidad adecuada, puede llegar a proporcionar la totalidad de los nutrientes básicos establecidos por los investigadores. La lista de beneficios es interminable. Fomenta la creación de melatonina, la formación de colágeno, aporta ácido fólico, vitamina A, B12, D y K…
El berro es un vergel donde convergen todas las necesidades de esa máquina intrincada que es el cuerpo. Por supuesto, cualquier tipo de verdura será bien recibida por el estómago, pero ninguna como este pequeño brote verde que nace a las orillas de los ríos y pega, según algunos, casi con todo. Basta con incluir un pequeño puñado a la dieta diaria para notar grandes cambios.
Crece en grandes cantidades en algunas partes de Asia y de Europa, y en internet hay muchas ideas apetitosas e imaginativas sobre cómo incorporarlo a la dieta diaria. Algunas de las recetas, además, son extraordinariamente fáciles de hacer. Cada vez hay menos excusas para darle la espalda a los hábitos saludables. Lo único que se necesita es voluntad de hacer las cosas mejor. Lo agradecerá el cuerpo e, incluso, la mente. Ser sano no es una cosa difícil ni inalcanzable. Al menos, ahora ya no. Porque la información disponible en esta era de personas interconectadas es vasta y detallada. Todos al supermercado a por unos berros.
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