Mientras Apple mira más allá de China en un intento por evitar que sus cadenas de suministro cruciales se interrumpan por los bloqueos relacionados al covid y por la creciente tensión geopolítica, la India ha surgido como una atractiva alternativa potencial a la segunda mayor economía del mundo.
Y el gran rival regional de Beijing no deja pasar la oportunidad. Uno de los principales ministros de India dijo el mes pasado que la compañía con sede en California quiere aumentar su producción en el país del sur de Asia a una cuarta parte de su total general.
El ministro de Comercio e Industria, Piyush Goyal, dijo que Apple ya fabrica entre el 5% y el 7% de sus productos en la India. «Si no me equivoco, su objetivo es llegar al 25% de su producción», declaró en un acto celebrado en enero.
Sus comentarios llegan en un momento en el que Foxconn, uno de los principales proveedores de Apple, quiere ampliar sus operaciones en India tras sufrir graves interrupciones de suministro en China.
Durante años, Apple ha confiado en una vasta red de fabricación en China para producir en masa iPhones, iPads y otros productos populares. Pero su dependencia del país se puso a prueba el año pasado por la estricta estrategia de Beijing de «cero-covid», que se desmanteló rápidamente el pasado diciembre.
Desde mediados del año pasado, Apple ha redoblado sus esfuerzos por invertir en la India. Pero, ¿podrá la tercera economía de Asia cumplir lo prometido?
«En teoría, se puede hacer, pero no ocurrirá de la noche a la mañana», afirma Tarun Pathak, director de investigación de la empresa de estudios de mercado Counterpoint.
«La dependencia [de Apple] de China es el resultado de casi dos décadas y media en las que China ha desarrollado todo su ecosistema de fabricación electrónica», dijo Pathak, añadiendo que la compañía fabrica casi el 95% de sus teléfonos en China.
Apple no respondió a las peticiones de comentarios de la CNN.
Aumentan los dolores de cabeza para China
Pero la empresa más valiosa del mundo registró este mes unos beneficios sorprendentemente débiles, en parte debido a sus recientes problemas en China. Los problemas comenzaron en octubre, cuando los trabajadores empezaron a huir de la mayor fábrica de iPhone del mundo, gestionada por Foxconn, a causa de un brote de covid.
Ante falta de personal, Foxconn ofreció primas a los trabajadores para que regresaran. Pero en noviembre estallaron protestas, cuando el personal recién contratado dijo que la dirección había incumplido sus promesas. Los trabajadores se enfrentaron a los agentes de seguridad, antes de que la empresa acabara ofreciéndoles dinero en efectivo para que abandonaran las instalaciones.
Aunque las operaciones en el extenso campus de Zhengzhou, en el centro de China, ya han vuelto a la normalidad, los problemas de suministro afectaron a la oferta de los modelos iPhone 14 Pro y iPhone 14 Pro Max durante la temporada clave de compras navideñas.
Además, las relaciones entre Estados Unidos y China son cada vez más tensas. El año pasado, el Gobierno de Joe Biden prohibió a las empresas chinas comprar chips avanzados y equipos de fabricación de chips sin licencia.
«Creo que seguirán dependiendo de China para una parte importante de su producción», afirma Willy Shih, profesor de la Harvard Business School, refiriéndose a Apple.
«Pero lo que intentan hacer, y creo que tiene sentido, es diversificar su base de suministro para que, si algo va mal en China, tengan algunas alternativas».
Shih se refirió a esta estrategia como «China +1 o China+ más de uno».
¿China+1= India?
«La India es un mercado muy interesante para nosotros y uno de nuestros principales objetivos», declaró Tim Cook, CEO de Apple, en una reciente conferencia de resultados.
«En cuanto al negocio en la India, hemos batido un récord trimestral de ingresos y hemos registrado un fuerte crecimiento interanual de dos dígitos», añadió.
India superará a China este año y se convertirá en el país más poblado del mundo. La enorme y barata mano de obra del país, que incluye trabajadores con conocimientos técnicos clave, es un gran atractivo para los fabricantes.
La tercera economía más grande de Asia también ofrece un mercado interno en crecimiento. En 2023, mientras persisten los temores de una recesión mundial, se espera que la India siga siendo la gran economía de más rápido crecimiento del mundo.
Si logra mantener ese impulso, India podría convertirse en el tercer país con un PIB de US$ 10 billones en 2035, según el Centro de Investigación Económica y Empresarial.
Los analistas afirman que la creciente base de consumidores de la India podría darle ventaja sobre Vietnam, que también ha atraído mayores inversiones en la fabricación de productos electrónicos.
El Gobierno de India ha puesto en marcha políticas para atraer inversiones en la fabricación de teléfonos móviles. Según Pathak, de Counterpoint, India representa el 16% de la producción mundial de smartphones, mientras que China constituye el 70%.
Ya hay algunos casos de éxito: Samsung, la marca de smartphones más vendida del mundo, va un paso por delante de Apple y ya fabrica muchos de sus teléfonos en India.
El gigante surcoreano se ha ido diversificando fuera de China debido al aumento de los costos laborales y también a la dura competencia local de empresas nacionales como Huawei, Oppo, Vivo y Xiaomi.
Ahora fabrica la mayor parte de sus teléfonos en Vietnam y en la India, y esta última representa el 20% de la producción global de Samsung.
En 2018, Samsung abrió lo que llamó «la fábrica de móviles más grande del mundo» en Noida, una ciudad cercana a Nueva Delhi, y los analistas dicen que la compañía puede haber allanado el camino para otros fabricantes.
Los dispositivos de Apple son fabricados en India por las taiwanesas Foxconn, Wistron y Pegatron. Hasta hace poco, la empresa solía empezar a ensamblar modelos en el país sólo siete u ocho meses después de su lanzamiento. Eso cambió el año pasado, cuando Apple empezó a fabricar los nuevos iPhone 14 en la India semanas después de que salieran a la venta.
Algunos de los mayores contratistas de Apple ya invierten más dinero en la India. El año pasado, Foxconn anunció que había invertido US$ 500 millones en su filial india.
A principios de esta semana, el gobierno del estado de Karnataka, en el sur de la India, declaró que está «debatiendo seriamente planes de inversión» con el gigante taiwanés. Foxconn ya tiene fábricas en Andhra Pradesh y Tamil Nadu.
¿Dónde está el Shenzhen indio?
Sin embargo, la industria manufacturera india se enfrenta a numerosos retos. Sólo constituye el 14% del PIB indio, según el Banco Mundial, y el gobierno ha luchado por aumentar esa cifra.
«Una de las cosas que hizo China fue construir infraestructuras cuando pudo. Y yo diría que India no construyó infraestructuras cuando pudo», dijo Shih, refiriéndose a autopistas, puertos y enlaces de transporte que facilitan la circulación de mercancías.
Apple también se enfrentará a muchos más trámites burocráticos en la India si quiere crear extensos campus al estilo chino.
«¿Será capaz India de replicar la versión de Shenzhen?», se pregunta Pathak, refiriéndose al centro de fabricación chino. La construcción de estos «hotspots» no será fácil y exigirá que India reflexione sobre cuestiones que van desde la logística y las infraestructuras hasta la disponibilidad de trabajadores, añadió.
Los expertos señalaron a CNN que el acceso a la tierra en una democracia caótica como la india podría ser un reto, mientras que el Partido Comunista chino se enfrenta a menos barreras para expropiar rápidamente bienes inmuebles para causas que considera importantes.
India también tendría que pensar en ir más allá del simple ensamblaje de iPhones mediante políticas gubernamentales favorables.
«Hay que abastecerse de componentes localmente, lo que significa que hay que atraer a muchas más empresas de la cadena de suministro para que se instalen en India», afirma Pathak.
Algunas de las mayores empresas de la India podrían estar dando un paso al frente. Según Bloomberg, el conglomerado automovilístico Tata Group está en conversaciones con Wistron para hacerse con la fábrica de la empresa taiwanesa en el sur de la India.
Tata y Wistron no respondieron a la petición de comentarios.
«No estoy directamente involucrado en ello, pero debería ser realmente bueno para India, porque va a crear una oportunidad en India para fabricar electrónica y microelectrónica», dijo a Bloomberg N. Ganapathy Subramaniam, director de operaciones de Tata Consultancy Services, la rama de servicios de software del grupo.
Aunque existen importantes obstáculos en la ambición de la India de profundizar su relación con Apple, hacerlo supondría un enorme impulso para el país y para el primer ministro Narendra Modi.
«Creo que sería [una] gran, gran victoria», dijo Pathak, señalando que el crecimiento de los lazos de fabricación con un gigante estadounidense como Apple atraerá a su vez a otros actores globales del ecosistema de fabricación de productos electrónicos a la India. «Si te centras en el grande, los demás lo seguirán».
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