La impuntualidad en el inicio de las sesiones de la Junta Municipal es una muestra más de la falta de compromiso de los concejales con la función que les encomendó el pueblo y la que aceptaron honrar.
Si bien estamos muy lejos de la puntualidad inglesa o de otros como Alemania, Suiza, Japón, Suecia, Holanda, Dinamarca, República Checa y Polonia, no está de más recordar que llegar tarde a una entrevista de trabajo puede dejarte directamente fuera de la competencia. Hacerlo de manera regular a tu empleo es un despido asegurado.
Incluso en julio de 2017 los legisladores ingleses aprobaron un sistema de multas para los alumnos de escuelas que lleguen tarde a clase.
Los horarios son algo que se respetan y se demandan en una sociedad que valora altamente el buen funcionamiento de los servicios, en especial los públicos, que se pagan con el bolsillo de todos. La puntualidad es cortesía, educación y respeto.
Mientras tanto en San Lorenzo las sesiones de los concejales comenzaron incluso en algunas ocasiones con una hora de retraso. Es cierto, hubo momentos en que el intendente Felipe Salomón apareció previo a la sesión, lo cual tampoco justifica. Por supuesto, salvo que sea una cuestión urgente, pero ninguna fue.
En otros casos hay quienes llegan tarde y parecen no tener empacho en demostrar su irresponsabilidad de manera reincidente o se levantan antes de agotar los temas pendientes en el orden del día.
Esta situación es algo que ya se viene criticando desde distintos sectores.
Todo, pese a los privilegios que tienen.
Consultado al respecto, el recientemente reelecto presidente Hernán «Lilo» Domínguez dijo que ya solicitó a sus colegas puntualidad…
Es importante hacer la salvedad de que no todos los concejales son iguales, hay quienes son puntuales.
¿Qué espera presidente para hacer cumplir el reglamento interno, que siga aumentando el desprestigió?
Ya suficiente tiene la ciudadanía con la imagen que dejan algunos después de cada sesión como para seguir soportando este tipo de irresponsabilidades.
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