La ninfomanía, también conocida como hipersexualidad femenina, es una dependencia constante, una adicción al sexo que afecta todas las áreas de la vida y que llega a producir una insatisfacción permanente.
Las mujeres ninfómanas experimentan un deseo sexual demasiado intenso e insaciable que genera una obsesión por el sexo, incluso aunque mantengan relaciones sexuales de forma habitual. La situación puede llegar a perjudicar su calidad de vida, debido a que dejan de hacer otras cosas con la finalidad de buscar experiencias sexuales. Sin embargo, las relaciones sexuales no suelen causarle placer, siendo común que la mujer tenga sentimientos de culpa y angustia.
Durante la vida el deseo sexual sufre variaciones y una época en la que una mujer puede sentir más ganas de practicar sexo no significa que sea ninfómana, porque la ninfomanía no es un simple aumento del deseo sexual, es un problema mucho más complejo que puede llegar a catalogarse como una enfermedad. Se estima que un 3% de las mujeres sufren ninfomanía, pero solo un 0,8% de ellas han buscado ayuda para solucionarlo.
El término ninfomanía comenzó a utilizarse en el siglo XIX y el tono peyorativo de la palabra hacia las mujeres ha hecho que cada vez se hable más de hipersexualidad o adicción al sexo, una enfermedad que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. La ninfomanía era la palabra para las mujeres que tienen adicción al sexo, mientras que a los hombres se les decía que sufrían satiriasis.
La ninfomanía o hipersexualidad femenina es un problema psiquiátrico que afecta a las mujeres y del que no se sabe cuál es la causa específica, pero parece que sucede por alteraciones en los neurotransmisores. Esto se cree por tener varios puntos en común con el trastorno obsesivo-compulsivo.
Origen de la palabra
Ninfomanía deriva de «ninfa» (divinidad femenina de la mitología y también labios menores de la vulva) y de «manía» (que en latín significa locura).
Según la RAE la ninfomanía es una «apetencia sexual insaciable en la mujer», pero en psicología se da un paso más ya que es un trastorno sexual en la mujer.
Hay que tener en cuenta que es muy complicado decir qué es lo normal y qué sería patológico a la hora de hablar de deseo sexual. Pero se podría hablar de ninfomanía cuando los pensamientos sobre el sexo dominan la mente de la mujer y que a menudo les confiere implicaciones sexuales a situaciones cotidianas que no las tienen.
Como con cualquier otro tipo de adicción, las ninfómanas, para quedar satisfechas, pasan cada vez más tiempo involucradas en experiencias sexuales o buscándolas, lo cual acaba interfiriendo en su vida cotidiana.
El problema muchas veces para curar esta adicción al sexo (como muchas otras) es que la persona que la ha desarrollado tarda mucho en reconocer que tiene un problema, por lo que cuando ya buscan ayuda el trastorno psicológico puede llevar instaurado, años.
Los síntomas más comunes de la ninfomanía son: aumento desmedido del deseo sexual; obsesiones sexuales; no solo son pensamientos sexuales se busca también relaciones; insatisfacción sexual permanente; excitación sexual persistente y vergüenza y sensación de inadecuación.
A menudo la ninfomanía está vinculada a situaciones estresantes, que son las que realmente acaban desencadenando esa obsesión por el sexo. También una situación vital que haya sido vivida de forma traumática puede dejar profundas huellas emocionales y la mujer puede pretender curarlas recurriendo al sexo.
Consecuencias de la ninfomanía
Las mujeres con hipersexualidad suelen tener problemas para concentrarse; pueden llegar a tener dificultades en las relaciones interpersonales, porque su comportamiento no va a ser aprobado por amigos o familiares; puede implicar comportamientos sexuales de riesgo; síntomas depresivos y como, ya hemos puesto antes, dificultad e incluso incapacidad para realizar otras actividades con normalidad.
En definitiva, las personas con adicción al sexo dejan de disfrutar de él, solo están obsesionadas con él y esto llega a ser una enfermedad.
Comentarios de Facebook