Recientemente la línea aérea estadounidense JetBlue Airways acordó comprar Spirit Airlines por 3.800 millones de dólares, dando lugar de esta manera a la creación de la quinta aerolínea más grande de Estados Unidos.
Para que esto se concrete, sin embargo, el acuerdo debe obtener antes la aprobación de los reguladores antimonopolio de ese país.
El acuerdo anunciado fue la coronación de una «guerra» de ofertas que llevó meses, y llega dos días después del intento de Spirit de fusionarse con otra aerolínea, Frontier Airlines, lo que finalmente se desmoronó.
El CEO de Spirit Airlines, Ted Christie, se ve así empujado a la incómoda posición de defender una venta a JetBlue después de argumentar vehementemente en contra de ella, diciendo que los reguladores antimonopolio nunca dejarían que sucediera.
«Obviamente, se ha hablado mucho en los últimos meses, siempre teniendo en cuenta a nuestras partes interesadas», dijo Christie en una entrevista de la cadena CNBC. «Hemos estado escuchando a la gente de JetBlue, y tienen muchas buenas ideas sobre sus planes para eso».
Más competencia, menores tarifas
El argumento de JetBlue a favor de la aprobación regulatoria se basa en que su tamaño la coloca en una mejor posición para obligar a las aerolíneas más grandes a reducir las tarifas de los pasajes.
Además, se ofreció a renunciar a favor de Spirit a las franjas horarias de despegue y aterrizaje en aeropuertos de ciudades clave por su importante tráfico, como Nueva York, Boston y Miami.
Por su parte, el CEO de JetBlue, Robin Hayes, dijo que esas concesiones permitirán a otras aerolíneas de bajo costo, incluida Frontier, reforzar su presencia y, por lo tanto, aumentar la competencia.
«Sin embargo, el verdadero problema aquí es claramente qué podemos hacer en los Estados Unidos para una industria aérea más competitiva contra las cuatro grandes aerolíneas», subrayó Hayes en una entrevista. «Creemos que lo más disruptivo y efectivo que podemos hacer es construir un JetBlue mas grande de lo que podríamos de otra manera», agregó.
Juntos, JetBlue y Spirit tendrán alrededor del 9% del mercado de viajes aéreos de Estados Unidos. Por su parte, las aerolíneas American, United, Delta y Southwest controlan alrededor del 80% si se incluyen los vuelos internacionales.
Hayes dijo que los aviones de Spirit se convertirán a la configuración de JetBlue, lo que permitirá más espacio para las piernas y significará que habrá menos asientos a la venta en cada vuelo. Anunció también que JetBlue aumentará el salario de los empleados de Spirit.
De California y Detroit
JetBlue y Spirit han estado discutiendo el acuerdo durante las últimas semanas, y las acciones de Spirit, con sede en Miramar, Florida, aumentaron un 4% en las últimas horas, a US$ 25,31, todavía por debajo del precio que JetBlue está ofreciendo.
En tanto las acciones de JetBlue cayeron un 2%, y las de Frontier, que se considera beneficiado si Spirit desaparece como competidor de bajo costo, aumentaron un 19%.
JetBlue Airways es una aerolínea de bajo costo que pertenece a JetBlue Airways Corporation y tiene sus oficinas corporativas en Forest Hills, cerca de Queens, en Nueva York. Su base principal está en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy.
Comenzó a operar en 2001 desde el aeropuerto Long Beach en California, y en 2004 se extendió a Boston, Massachusetts, para luego ampliar sus operaciones a Fort Lauderdale (Miami), Washington y Orlando (Florida).
Su principal mercado es el de vuelos de cabotaje dentro de Estados Unidos, pero también tiene servicios a Bahamas, Bermudas, Puerto Rico, México, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, en norte y centro América. En Sudamérica, en tanto, llega a Colombia, Ecuador y Perú.
Por su parte Spirit Airlines, que hoy se distingue por sus aviones amarillos con letras negras, se inició en 1980 en Detroit como «Charter One», con viajes a destinos de entretenimiento como Atlantic City, Las Vegas y Bahamas.
Cambió su nombre de Charter One al actual en mayo de 1992, con cambios en la flota y nuevos servicios de Detroit a Atlantic City.
Y aunque con los años creció de manera importante, hoy no tiene una buena evaluación, ya que en general es considerada entre las peores aerolíneas en cuanto a quejas de los pasajeros.
JetBlue y Spirit continuarán operando de forma independiente hasta que el acuerdo sea aprobado por los reguladores y los accionistas de la segunda, con sus programas de fidelización y cuentas de clientes separados.
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